Una visita al Heritage Hub de Stellantis en Turín es una oportunidad única para contemplar la gran evolución del automóvil en el último siglo. Con sus modelos clásicos, Lancia sobresale por la elegancia y la belleza atemporal, inconfundiblemente italiana, de los vehículos que han forjado sus 119 años de historia.
En la actualidad, las líneas elegantes y dinámicas del Ypsilon lo convirtieron en un automóvil icónico en el segmento B Premium. Combina las tendencias más futuristas, como el nuevo vocabulario estilístico del lenguaje Lancia Pu+RA, con lo mejor de la tradición y la historia, evocando modelos míticos como los Lancia Aurelia o Lancia Flaminia. Todo un ejemplo de la identidad Progressive Classic que identifica a la marca.
LANCIA YPSILON: INNOVACIÓN Y TRADICIÓN
La vocación innovadora del Lancia Ypsilon salta a la vista por su diseño. Pensado para crear una imagen atemporal, funde tradición e innovación con guiños a grandes mitos de la marca que se conjugan con un vocabulario de diseño atípico. Los volúmenes se crean por superposición de capas sucesivas en las que se dibujan intersecciones de formas básicas e icónicas.
Como homenaje al enorme legado histórico de Lancia, en la silueta del Ypsilon brillan formas suaves, elegantes, puras y sensuales heredadas de mitos como los Aurelia y Flaminia. En la zaga, los faros LED redondos con la tecnología de iluminación más avanzada son un guiño al Lancia Stratos, mientras que el nombre del modelo en caligrafía que imita la escritura manual sigue la estela de los Fulvia, Flavia o Flaminia. El frontal negro brillante, en el que se marca el rompedor “cáliz de luz” LED, está inspirado en un modelo que cumple medio siglo: el Beta Montecarlo.
REFERENCIAS CLÁSICAS EN EL DISEÑO DELANTERO
Bajo su aparente estética contemporánea, la parte delantera del Ypsilon contiene innumerables referencias a otros modelos. Los orígenes del “cáliz Lancia”, formado por una línea horizontal y una línea vertical que se cruzan en el centro del frontal, justo bajo el capó, se remontan al Lancia Aurelia de 1951. Las formas geométricas puras y brutales del frontal son un homenaje a la saga deportiva de la marca en el Mundial de Rallies, formada por los Lancia Stratos, Delta y 037.
ZAGA INSPIRADA EN LOS RALLIES
La zaga del Lancia Ypsilon es todo un guiño a la trayectoria de la escudería en el WRC, en el que sigue siendo el constructor más laureado, con 10 títulos mundiales que hicieron soñar a los apasionados de los deportes del motor entre los años 70 y los 90. Los faros traseros rotundos y redondeados evocan al Stratos mientras que las líneas decididas recuerdan al Lancia Rally 037.
UN HOMENAJE A LA HISTORIA
En sus flancos, el Ypsilon nos desvela la historia de modelos como el Lancia Aurelia, que marcó la década de los 50 con su línea descendente lateral, además de otras innovaciones de diseño como las puertas que se abrían como un libro. El Gran Turismo B20 ha sido la versión del Aurelia que más ha influido en el actual Ypsilon. Diseñada por grandes estilistas de su época como Felice Mario Boano y los equipos de Pininfarina, su belleza atemporal, formada por líneas depuradas y esenciales, sigue estando plenamente vigente.
LA HISTORIA QUE DEJÓ HUELLA
A bordo del Ypsilon, se puede ver el legado de varios modelos legendarios, como el Lancia Beta HPE de 1975, en su afán por demostrar que espacio interior y capacidad de maletero son totalmente compatibles con las altas prestaciones. En el apartado de diseño, se puede apreciar el eclecticismo y el confort aportado por el Lancia Gamma Coupé de 1976.
Considerado en su época como “el salón con ruedas”, su habitáculo acogedor, confortable e innovador con colores originales y un salpicadero muy setentero fue inspiración en el Ypsilon, como también lo ha sido el refinamiento, la calidad de los materiales y la colaboración con firmas de prestigio. Si, en el Gamma, se trabajó codo con codo con Ermenegildo Zegna, en el Nuevo Lancia Ypsilon se ha contado con la experiencia del creador de mobiliario e interiores Cassina, que da nombre a una serie especial.
Lancia Aurelia: la elegancia atemporal que sigue fascinando
Desde su lanzamiento en 1951, el Aurelia se convirtió en un símbolo de distinción. Su primera versión, la B10, no solo innovó en aerodinámica y diseño de puertas, sino que estableció un referente en el mundo del automóvil. Más de siete décadas después, su estética sigue cautivando gracias a su fluida línea descendente. Producido en cuatro variantes, destaca el Coupé B20 Gran Turismo, pionero en la configuración 2+2, que sigue siendo una obra maestra de la elegancia italiana.
Lancia Flaminia: el buque insignia de la sofisticación
Fabricado entre 1957 y 1970, el Lancia Flaminia impuso un nuevo estándar en el segmento de berlinas de lujo. Con carrocerías diseñadas por Pininfarina, su estética combinó innovación y exclusividad. Su gran entrada de aire en el capó le otorgó un aire deportivo, mientras que el refinado perfil cromado acentuó su sofisticación.
El modelo Flaminia 335 Landaulet se convirtió en el vehículo oficial de la Presidencia de la República Italiana, consolidando su estatus como un ícono de la era de la Dolce Vita.
Lancia Fulvia Coupé: deportividad y luz en cada ángulo
En 1965, el Fulvia Coupé irrumpió con un diseño ágil y deportivo, dos años después del debut de su versión berlina. Su característica más llamativa fue su habitáculo inundado de luz, gracias a sus amplias superficies acristaladas y a la inclinación de su parabrisas y luneta trasera, elementos que mejoraron la visibilidad y la estética aerodinámica.
Lancia Beta HPE: un familiar con alma de deportivo
En 1975, Lancia desafió las convenciones al presentar el Beta HPE, un modelo que combinó la practicidad de un familiar con la estética y el rendimiento de un deportivo. Entre sus características más distintivas destacaban su portón trasero inclinado y la icónica «veneciana» en el pilar trasero, diseñada para proteger del sol sin comprometer la estética.
Lancia Gamma Coupé: un lujoso salón sobre ruedas
El Gamma Coupé, lanzado en 1976, redefinió el lujo sobre cuatro ruedas. Su diseño exterior mantenía una estética clásica, pero su interior apostó por un enfoque moderno con materiales de alta calidad y detalles refinados. Destacaba su cuadro de instrumentos, una obra maestra del diseño de los años 70, que combinaba funcionalidad con un aire vanguardista.
El trío de ases de Lancia en el Mundial de Rallies
Los legendarios Lancia Stratos, Rally 037 y Delta cimentaron la reputación de la marca en el mundo de los rallies, logrando 10 títulos de constructores, un récord difícil de igualar.
Diseñados en la era de la arquitectura brutalista, estos modelos combinaron funcionalidad y geometría pura para maximizar el rendimiento. El Lancia Stratos, con su impactante diseño de cuña, su parabrisas envolvente y su icónica combinación de colores, marcó una revolución en la competición.
El Lancia Rally 037 representó la esencia de la velocidad con su agresiva estética de líneas angulosas, mientras que el Delta, con su robusto pilar C y pasos de rueda ensanchados, alcanzó un equilibrio perfecto entre elegancia y deportividad.
Lancia no solo ha sido sinónimo de innovación y lujo, sino también de pasión por el automovilismo. Su legado sigue vivo en cada uno de sus modelos, recordándonos por qué esta marca italiana ha dejado una huella imborrable en la historia del automóvil.
