A finales del pasado mes de febrero, un Toyota GR Corolla propulsado con hidrógeno líquido participó en unas pruebas de la serie Super Taikyu. Fue la primera aparición pública de este prototipo y la primera vez en la historia en que un vehículo de un constructor propulsado por hidrógeno líquido pisaba un circuito.
Mientras que los GR Corolla que habían competido en carreras de la Super Taikyu hasta entonces funcionaban con hidrógeno gaseoso, unas pruebas que arrancaron en 2021, ahora un GR Corolla hizo acto de presencia con un propulsor a base de hidrógeno líquido.
LA PRUEBA
El vehículo participó en tres sesiones, simulando condiciones reales de competición, como el hecho de compartir la pista con otros carros y la necesidad de repostar en los momentos indicados.
El piloto Masahiro Sasaki explica el reto: “Estamos luchando por hacer posible un futuro para el motor de combustión interna explorando una tecnología considerada inviable para los automóviles, en el terreno ignoto de los -253°C. Aunque quedan aún varios obstáculos por superar, como con el hidrógeno gaseoso, esperamos la agilidad del desarrollo conseguido en los circuitos acabe reflejándose en los automóviles de uso cotidiano”.
VENTAJAS DEL HIDRÓGENO LÍQUIDO
Hasta el año pasado, los Toyota Corolla a base de hidrógeno funcionaban con el combustible en estado gaseoso. En general, la posibilidad de utilizar un combustible líquido multiplica la densidad energética por unidad de volumen e incrementa la autonomía.
En el caso del hidrógeno gaseoso, los depósitos se llenan a alta presión y, por lo tanto, deben ser cilíndricos. Sin embargo, cuando el combustible está en estado líquido, no es necesario que los depósitos estén presurizados.
253 GRADOS CENTÍGRADOS
El paso del combustible gaseoso a líquido también hace posibles estaciones de hidrógeno móviles más compactas. La licuación reduce el tamaño que deben tener los camiones de transporte y elimina la necesidad de instalaciones con presiones de hasta 70 MPa.
Con ello, disminuye también el impacto de la estación hasta alrededor de una cuarta parte de lo que sería necesario para el hidrógeno gaseoso. Como sucede con los vehículos de gasolina, se podría repostar también en la zona de boxes. Más aún, puesto que el repostaje ya no tiene que ser a presión, se pueden repostar múltiples vehículos uno después de otro.
En lo sucesivo, Toyota se centrará en retos como mantener una bajísima temperatura, de -253°C, durante el repostaje y almacenamiento, y afrontar la evaporación natural cuando los depósitos se calientan, al tiempo que tratará de acelerar el ritmo del desarrollo tecnológico.
TÉCNICA
La posibilidad de utilizar un combustible líquido multiplica la densidad energética e incrementa la autonomía.