El mercado automotor colombiano, al igual que muchos otros sectores, enfrenta un año desafiante, con ventas que no han alcanzado los niveles esperados. Sin embargo, en medio de la incertidumbre, surge una luz al final del túnel: el repunte de los vehículos de nuevas energías.

Este fenómeno no solo está redefiniendo el panorama automotriz, sino que también ofrece una proyección alentadora para el segundo semestre del año. Este crecimiento en la demanda de vehículos eléctricos e híbridos es una señal clara de que el consumidor colombiano está evolucionando hacia opciones más sostenibles y conscientes.

De cara al segundo semestre, la proyección es optimista. Las políticas gubernamentales orientadas a promover la transición hacia una movilidad más sostenible, junto con las estrategias de marketing y precios más competitivos por parte de los fabricantes, podrían ser los catalizadores necesarios para un repunte en las ventas generales.